9.2.22

Tepoztlán, Morelos.

 #Tepoztlán está muy cerca de la Ciudad de México. Prácticamente todos conocen el pueblo y muchos han subido al cerro del Tepozteco, ese que se ve al final de la calle en la fotografía.

Para sorpresa de varios, hace unos días conocí el pueblo, porque no, nunca había ido, a pesar de estar tan cerca.

Subí al cerro y celebré con "chicharrones" con salsa. Casi me caigo en una calle del pueblo por tremendas subidas y bajadas. Vi personas borrachas que se pelearon en la calle. Quise bailar porque escuché canciones de salsa en el quiosco. Me acordé de mi abuelita y la imaginé en ese lugar. Cuando llegué a la cima del cerro me di cuenta que mi cámara no funciona más. Comí una nieve y elegí el sabor al azar. La nieve tenía un gran significado, se llama Mil Flores y es una cura para el corazón y el alma. Me dieron un masaje/terapia. Vi un poco del atardecer en una terraza. Me estresaron tantas personas. Tuve una pesadilla horrible por la noche, mientras los perros ladraban. Me temblaban las piernas y caminé como Playmobil los siguientes días. (Los Dinamos y el Tepozteco en la misma semana y sin entrenar.) Canté y a pesar de mis inflamaciones por angioedema y dermatitis, me sentí muy feliz y orgullosa de mi cuerpo, es maravilloso. Nos perdimos antes de llegar al pueblo. Desayuné chilaquiles verdes en los antojitos mágicos. No me sentí sola en compañía. Compré hilos rojos del destino porque me gustó el empaque.

Aún con tantas personas en el pueblo mágico como visita de primera vez, estuvo muy bien. ¿Vamos? 



2.2.22

Fui a Los Dinamos

Un día decidí ir a la montaña y al volver me abrí paso entre la hierba, me arrastré por la tierra y me sostuve de cada piedra con fuerza. Estaba cansada, perdida y con hambre, pero muy orgullosa de mi cuerpo y mente.


La mayor parte del tiempo ocupaba mis dos manos para avanzar, así que sólo en unos minutos no tan intensos podía tomar fotos o videos. Pensaba en lo peligroso que era todo en ese momento, desde una caída, un ataque alérgico, la oscuridad, un deslizamiento de rocas y mil cosas más. Pero también recordaba lo fuerte que son mis piernas, mi habilidad para mantener la calma y encontrar soluciones, la belleza que puedo ver en medio del caos. Eso me mantuvo presente y enfocada.

De niña no tenía miedo y siempre saltaba para investigar y ver qué más hay en el mundo. Esa tarde me acordé de esa niña y seguí sus consejos. No me arrepiento.



4.1.22

Hello, its me


 I've thought about us for a long, long time...


Qué duro es volver a empezar. Volver a encontrarse con las letras, con los pensamientos, con la hoja en blanco, con la soledad, con las personas, con la vida que nos llama siempre.

No sólo fueron unos años, sino una temporada complicada, en la que viajé mucho, trabajé, la pasé en diferentes casas, conocí personas, me enfermé, reaprendí y reacomodé ideas que pensé eran inamovibles.

Dentro de todo esto, sucedió lo más importante, mi abuelita murió el 20 de mayo del 2021. No sé en cuántas familias sea así, pero en la mía ella era la guía y unión de todos, así que ahora nos sentimos un poco sin rumbo. Qué duro es volver a comenzar incluso en la propia familia, saber que nada será igual, que es una nueva etapa y que tenemos que resignificar las pérdidas y ausencias. No lo sé, pero supongo que la muerte nos recuerda un poco eso, que nada es para siempre y que puede ser nuestro último abrazo.

Por eso decidí volver, para demostrarme que se puede volver a comenzar, que el cliché del sol tras la tormenta puede ser verdad. Y quién sabe, tal vez en el camino pueda ayudar a alguien más con mis letras.

Here we go.


28.1.21

Bienvenidos, ella te extraña.



Ay, Cineteca. 

Si te contara cuántas cosas extraño en mi vida, no me creerías. Ni siquiera tienen que ver con esta situación rara de pandemia. Extraño personas, cosas, casas, momentos, sensaciones... Sólo quiero que todo valga la pena. 







1.5.19

Análisis sobre lugares ideales y climas perfectos, en una tarde de lluvia

Qué clima loco.

Tuve una plática corta sobre lugares donde me gustaría vivir por el clima. Y oh, qué revelaciones tuve al pensar en Francia, o al recordar Tulum tan mágico. Vayamos a terapia.