Estaba en casa, despertando tan tarde y tan temprano como siempre lo hago, veo la hora y un gran suspiro llega a mí. Casi pude escuchar mi nombre por el altavoz a tantos kilómetros de distancia. Sabía que me llamarían una y otra vez, pero nunca aparecería corriendo con la mochila y levantando el brazo para que supieran que había llegado. No. Ésta vez el avión se fue sin mí.
Mi asiento era la ventanilla, siempre he amado ese lugar y un acto de amor es ceder ese lugar a la persona con quien viajo, para fortuna o no, he viajado más veces sola que acompañada. Imagino mi asiento ocupado por alguien más, lo he cedido a un fantasma o a alguna otra persona que no sabe mi nombre. A veces ni yo recuerdo el mío. ¿Disfrutaste el viaje, querido fantasma? ¿Cómo has reaccionado ante las inminentes turbulencias del Caribe?
Ha pasado mucho tiempo desde mi último viaje, y desde el primer día que volví ya sentía nostalgia. Las personas a mi alrededor no logran entender lo que siento, todo lo que me provoca el estar tan "lejos" y es que éste padecimiento va más allá de las fronteras. Fernweh es precisamente, entre tantos significados que podemos darle, la nostalgia por lo lejano. (Fern: Distancia. Weh: Dolor).
Cuando leí su significado, no podía creerlo. Era justamente lo que no lograba explicar. Lo que he sentido durante, al menos, 15 años. ¿Cómo puedo sentir nostalgia por lo lejano? No lo sé, pero es mi respuesta a lo que yo antes llamaba: "huir".
Hay personas que sienten nostalgia por el hogar, que extrañan lo cotidiano, que están muy lejos de su país de origen. Su tristeza va de la mano con un volver a casa. En mi caso, y no por no amar mi hogar y a mi familia, pero es al revés. Siempre quiero estar "lejos" de todo lo que conozco, y cuando llego a esa lejanía, quiero más. Sufro terriblemente y me encuentro, de forma imaginaria, en otros sitios.
No, no sé si hay cura. No sé si un día de pronto me sentiré aliviada estando en un solo sitio, tan cercano. No sé si exista realmente una definición a lo que tantas personas compartimos, pero quiero creer que sí y la modificamos hasta encontrarnos. Tener fernweh es más que el dolor por no estar lejos, es más que la tristeza por estar en el mismo sitio. Tener fernweh también es aceptar la distancia, es aprender a ver cómo despega el avión sin ti y suspirar. Fernweh es sentir el viaje antes de viajar, es el dolor que te inspira a escribir y recordar lo que aún no se conoce.
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