Después de llorar incansablemente, de haber tomado ese avión para reencontrarte, de hacer y deshacer; de cortarte el cabello, de quedarte sin palabras y con todas ellas en los puños; después de creer en desconocidos, de sentirte culpable. Después de aquella fatídica navidad, de los mensajes en el espejo, de las cartas. Después de los platos rotos, de las camas vacías y los calcetines perdidos; de las casas que dejaste, de las rutas cambiadas. Después de las malas decisiones, de las llamadas perdidas, del olor a muerte y flores. Después de los déjà-vu que dan miedo, del gato que duerme y no se entera de cómo se está rompiendo y recuperando tu corazón, tu alma, tú. Después de todo, sólo quedas tú.
¿Quién no ha sentido eso?
Tener una relación rota no sólo significa haber terminado una relación amorosa, sino simplemente haber terminado un vínculo emocional con alguien. A veces cuando ésto sucede, no dejamos ir a la persona y queremos atarnos al pasado, porque creemos que así podemos seguir caminando, así que tomamos de bastón cualquier objeto que represente la relación. Definitivamente ésto no es nada bueno, porque vivimos en una mentira, en un vacío constante.
Para comenzar a vivir sin bastón, hay que soltarlo. No hay más, suéltalo, no lo guardes "por si lo vuelves a ocupar", simplemente déjalo caer y no te sostengas de una maceta, de otra persona o de tus mascotas, sólo mantienes tus pies en el suelo y das un paso, seguido de otro un poquito más largo, después harás los movimientos más rápido y cuando menos te lo esperes estarás corriendo, sintiendo el viento en tu cara y el alivio en tu vida. No será fácil, pero la recompensa lo vale completamente.
Suéltate, hay un montón de personas que ya lo hicieron y para muestra no un botón, sino un museo completo: Brokenships.
Las fotografías las tomé durante la inauguración de la exposición, ahora mismo ya pueden encontrar nuevos objetos, ya que es itinerante.
Colima 145,
La Roma
Ciudad de México
Abierto de miércoles a domingo de 10 a 18 hrs.
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